Jacana fascinada por la Atlántida y los Aliens

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Jul 16, 15

COMPARTIR EXPERIENCIAS

Jacana Campanula comparte su historia de como llegó a Destino Damanhur… a través de ondas sincrónicas que te cambian la vida y una profunda gratitud.

«Venía al centro que tenía en Granada para impartir cursos de voz, una mujer que hacía poco que conocía pero con la que había establecido una bonita relación. Estábamos en la pausa del almuerzo en uno de sus cursos en el mes de octubre de 2008 y empezó a contarme que había estado ese verano en una comunidad en Italia y me entusiasmé con su relato de esa sociedad esotérica tan excepcional. Atlántida, sélfica, magia, extraterrestres… ¡yo estaba fascinada! Tanto que a los pocos minutos del relato le propuse visitar esa comunidad y en Diciembre del mismo año llegamos cargados de expectativas a Damanhur, Dagmar (la mujer que me había hablado de Damanhur),  algunos amigos y yo.

En ese momento estaba en búsqueda de respuestas y de un camino espiritual diferente. Llevaba más de dos años yendo de un lugar a otro pero no encontraba nada que realmente sintiese que fuera mi camino.

Llegamos en Nochevieja, y la pasamos pintando en los templos, con música en vivo, en silencio, sintiendo dentro de mí un ambiente extraño que me hablaba de muchas cosas pero que no lograba entender de qué se trataban. Fue una experiencia impresionante que me llevó a volver cada nochevieja desde ese momento en adelante. Los días siguientes hicimos meditaciones en distintas salas del templo. En esos días realizamos también el curso de armonización interior con Orango y me gustó tanto como para decidir asistir a la Escuela de Misterios en Damanhur, acudíamos cada dos meses para hacer dos cursos cada vez. Fue una experiencia única con días cargados de nieve y risas, también de estupor ante la visión de esta pequeña sociedad.
En Febrero volvimos para hacer los cursos y propuse organizarlos en Granada.

Llegó el verano y fuimos a Gargano un lugar al lado del mar donde los damanhurianos pasan algunos días descansando y estudiando Física Espiritual,  fue una experiencia increíble. Estábamos con damanhurianos que tenían tiempo libre  y tranquilidad para compartir con nosotros sus experiencias. Fueron días inolvidables vividos entre la física espiritual de Coyote, los relatos de los damanhurianos, las risas en las comidas, la belleza del grupo humano, los paseos por la playa…

La navidad siguiente, vivimos diez días de intercambio en Cornucopia. Trabajábamos con la familia, comíamos con ellos, cantábamos, reíamos, charlábamos y empecé a ver la belleza, las posibilidades, la creatividad, la fuerza del grupo humano. Entró un gusanillo dentro de mí, yo quería esa vida, quería vivir en un grupo, así que empecé a pensar que quería organizar una comunidad con mis amigos en Granada.

Después, gracias a una serie de cambios en mi vida personal, pude finalmente venir a vivir la experiencia New Life con la idea de aprender lo más posible sobre la comunidad. Era finales de 2010, llegué a Damanhur con una maleta pequeña y bastante miedo. Y entonces una nueva música empezó a llegar a mi vida, una música mágica llena de nuevas notas y colores. La música de un nuevo mundo, de una nueva sociedad.

Nunca me había planteado venir a vivir en Damanhur porque estaba fuera de toda posibilidad, tenía el trabajo, la familia, amigos, todo mi mundo, mi maravillosa ciudad  en la que tenía el sueño de realizar una comunidad con un grupo de amigos. No había nada más lejano a mí, ¿entonces qué fue lo que sucedió?

Eran los primeros pasos del proyecto New Life,  poco a poco iba conociendo distintas comunidades damanhurianas, trabajando junto a ellos, oyendo sus experiencias, mirándolos a los ojos, recordándolos…

Aprendía todo lo posible, observando cada detalle, cada gesto… pero estaba  próxima a finalizar los tres meses y no sentía que estuviese preparada, no tenía el  conocimiento necesario sobre el grupo humano como para volver y empezar con nuestro sueño de una comunidad en Granada. Así prorrogué unos meses, intuitivamente me dejé llevar por la ola de la sincronicidad, ese flujo mágico que cuando conseguimos cabalgarlo nos lleva al contacto con el cosmos. Y así, viajé a través de mundos exteriores e interiores encontrando muchas respuestas, a veces sólo eran intuiciones, otras sin embargo certezas de quién soy, cuál es mi lugar, cuál es mi proyecto, cuál es mi gente…
A la par, la vida cotidiana disfrazada de normalidad, me llevaba a tener experiencias impresionantes, en el mundo físico, situaciones ineludibles que me ponían a prueba una y otra vez.

¡Cuánto aire entraba en mis pulmones, cuánta belleza me rodeaba, qué inmensidad había a mi alrededor llena de mil oportunidades!.  Gracias, gracias, gracias»

Jacana Campanula

DESTINO DAMANHUR

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