Los circuitos de piedra

Jul 03, 18 Los circuitos de piedra

BÚSQUEDA Y EXPERIMENTACIÓN

 

 

 

Para crear una conexión con las energías de la Tierra y el cosmos, en Damanhur encontrarás kilómetros de laberintos de piedras coloreadas que se ramifican en el verde y se pueden recorrer en una meditación en movimiento. Los Circuitos del Bosque Sacro se extienden por muchos kilómetros, creando un esquema mágico visible desde el cielo, como los de las antiguas civilizaciones sudamericanas. Dentro de los Circuitos, fluyen energías moduladas para ser beneficiosas a los seres humanos, tanto a nivel individual como para crear unión y armonía de grupo, alineando pensamientos y emociones.

 

Los primeros circuitos fueron trazados en esta colina en 1995, y aún se añaden, cuando existen condiciones estacionales, astronómicas y energéticas adecuadas. Cada piedra se coloca a mano, luego se limpia y colorea. Este proceso se repite todos los años, para «cargar» cada piedra con atención y presencia humana. Las piedras más grandes, pintadas de amarillo, serpentean por todo el bosque y crean las conexiones energéticas entre las diferentes zonas.

Los primeros circuitos fueron trazados por Falco Tarassaco (1950-2013), fundador y guía espiritual de Damanhur. Falco comenzó este extraordinario trabajo artístico y mágico en el amplio césped frente a “OgniDove”, trazando signos sobre la hierba con un bastón. Algunos damanhurianos lo siguieron con cal blanca, reproduciendo así los trazos en el césped. Otros fueron a lo largo del río con la misión de obtener las piedras necesarias. Falco continuó este trabajo durante muchas semanas, sin pausas, ni volviendo a una línea ya trazada. Haciéndolo así, produjo esquemas extremadamente complejos en superficies aisladas y a menudo de difícil acceso. Estudiados en los años siguientes, estos esquemas han revelado estar basados ​​en mediciones, ángulos regulares y relaciones matemáticas absolutamente precisas.

Cada circuito de piedra está conectado a una sala de los Templos de la Humanidad, la extraordinaria obra de arte sacro construida en el corazón de la montaña en la que se encuentran los circuitos. La sala correspondiente está indicada en el letrero colocado fuera del acceso de la entrada al circuito. Recorrer los circuitos y los senderos del Bosque es como cruzar las salas del Templo subterráneo, respirando la belleza del aire, el sol y las estrellas que relatan la unión del mundo humano con el mundo de la naturaleza y sus fuerzas. En los circuitos hay un campo energético puro, que permite el contacto directo con nuestra parte divina. Recorrerlos como meditación los transforma en un mandala tridimensional activo.

Los circuitos modulan también las energías terapéuticas innatas de la Tierra y actúan, a varias distancias del suelo, en diversas zonas del cuerpo. También por esta razón, las tres pirámides que se encuentran en el interior de los circuitos han sido elevadas del suelo.

Las pirámides, la roja, amarilla y  azul,  tienen diferentes colores para poder ser utilizadas también como espacios de armonización y bienestar, a través de los efectos de la terapia del color. Están construidas según las medidas de la Pirámide de Keops y, en el vértice superior, han sido colocadas unas pirámides de cristal para aumentar su potencial. Bajo el suelo de la pirámide azul también hay una «alfombra» de cuarzos que provienen de los Templos de la Humanidad y crean una conexión energética e intercambio de información.

En el centro de la espiral azul, al lado de las pirámides de colores, hay un cómodo asiento de piedra. Es el lugar ideal para las terapias de bienestar o para meditar solo en contacto con la naturaleza y las fuerzas de la tierra. Las espirales son una especie de «invernadero energético» que favorece el reequilibrio de nuestros campos sutiles, para restablecer el bienestar del aura y la limpieza de sus canales sensoriales.

Además de las funciones básicas indicadas en los carteles, los circuitos se ponen más fácilmente en contacto con los seres sutiles del territorio y pueden ser utilizados por muchos tipos de investigación, porque el pensamiento y la presencia humana activan potenciales personalizados.

Los diferentes colores de las piedras ayudan a la concentración de la mente en su recorrido y estimulan sensaciones y emociones diversas en el cuerpo, como lo demuestra la cromoterapia. Se pueden utilizar ritmos diversos en su recorrido y diferentes pasos según la sensibilidad de la persona y la inspiración del momento. El poder de los gestos realizados en un circuito se ve aumentado, así como su respuesta benéfica para los órganos del cuerpo y sobre el bienestar de la mente y el espíritu.

 

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