SIF, de cabellos de oro

Feb 12, 19 SIF, de cabellos de oro

VISIÓN ESPIRITUAL

 

 

Sif es una divinidad femenina escandinava. Es hermosa, fuerte, novia de Thor, madre de dos hijos, guardiana de las mieses y de las cosechas. Y combate. Es una de las Valquirias que, de acuerdo con Odín, deciden quien sobrevive en la batalla y quién, sin embargo, alcanza el Valhalla, el paraíso de los héroes escandinavos. En otros mitos, Sif es considerada un Sibilla, capaz de intuir respuestas ocultas y remotas.

Sif es una figura moderna, multifacética y hasta multimedia: no solo la encontramos en la mitología clásica sino también en los cómics. En efecto, en las aventuras que Marvel, el coloso americano de los superhéroes, dedica a su compañero Thor, de vez en cuando también aparece Sif. Por seguir bromeando al respecto, podríamos decir que es la precursora de las modernas búsquedas de la tricología (ciencia que estudia el cabello), siendo la primera mujer que ha experimentado un trasplante de cabello: el pérfido Loki le cortó su rubia cabellera pero tuvo que proporcionarle luego otra, creada por los enanos Brokk y Sindri, toda de oro y que creciese como crece el pelo. La diosa Sif es muy moderna. Es una mujer completa, una madre y un guerrera, atenta con la naturaleza y con sus deberes, vidente e inspirada. El suyo es un ejemplo de visión plena y empeño respecto a la vida.

Sif nos enseña cómo una sola alma puede contener y desarrollar diferentes enfoques sobre la vida. Enfoques diferentes porque la vida misma se expresa a través de entornos y misiones diferentes, que precisan manifestar múltiples carácteres, aptitudes y comportamientos; Sif, la madre, la guerrera, la guardiana de la abundancia, la sacerdotisa… Ser una cosa no excluye la otra tal como en la vida los días de lluvia no excluyen los días de sol, y la tristeza no impide que brote la felicidad.

El mensaje de Sif también es el de una fuerte confianza en el propio mundo interior: puedo expresar diferentes yo misma, o yo mismo, y vivir participando de los distintas situaciones que encuentro cada día. Dentro de cada uno están presentes tantos y tantos talentos como para permitirnos vivir con confianza y plenitud cada aventura que nos atañe, sin depender de otros – lo que no significa hacerlo solo, sino compartirlo y participando juntos sin necesitad de depender de los demás.

Si hoy el mundo se basa en la separación es porque tiene miedo y el miedo es hijo de las propias inseguridades, del temor de no poder enfrentar todo lo que ocurre. Sif nos lanza un mensaje de confianza, hacia uno mismo y hacia los demás. Un mensaje enérgico y dulce a la vez, en el que también la Justicia asiste a los hombres y los ampara frente a los malvados.

También la historia de Sif, como tantos otros mitos, nos habla de guerra y de combate, es decir, de algo en lo que resulta difícil reconocer aspectos positivos. Se trata sin embargo de la capacidad de combatir – y del valor de asumir la responsabilidad – de quien posee muchos valores y muchas habilidades y que, por lo tanto, sabe dar el peso apropiado a la defensa de un principio y a los derechos de la gente.

Todos poseemos muchos valores y muchas cualidades: sólo hace falta creer en nosotros mismos y empeñarse para hacerlos brotar. Éste es el mensaje de la sabia y fuerte Sif. Este es el aliento que llega del Norte, de tierras frías, para calentar nuestros corazones y permitirnos desarrollar un enfoque pleno sobre la vida.

En el planeta Venus, dedicado a la diosa de la belleza, le han puesto a un cráter el nombre de Sif: el Sif Mons. ¿Es quizá, la diosa del pelo de oro, astrónoma también? No podemos saberlo, ni lo cuenta el mito. Pero nosotros, mujeres y hombres que damos nombres a los planetas y a las estrellas, podemos dejarnos inspirar por ella, hasta descubrir cuántas distintas líneas de vida tenemos dentro.

Stambecco Pesco

 

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